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manos desnudas y un cuchillo. Y tuvo que trabajar duro, muy duro, y cuando era joven sufrió una gran
pobreza. Soñaba con una vida de libertad donde no fuera preciso trabajar esforzadamente, una vida
donde estuviese libre del desprecio y las incesantes exigencias de los demás. Soñaba con llegar a
convertirse en ese Tarzán. No estaba lo bastante loco como para creer que él mismo fuera aquel hombre
salvaje y libre de la jungla, pero sí estaba lo bastante loco como para creer que podía vivir como Tarzán
a través de otra persona. Y por eso, una vez hubo conseguido su fortuna y se hubo convertido en lo que
llaman un multimillonario, decidió criar a su propio Tarzán.
»Lo que hizo fue algo malo, pero Boygur no lo sabe. Pertenece a este mundo, pues de lo contrario no
habría sido capaz de hacerse tan rico, pero no pertenece del todo a él.
El hombre que estaba sentado en el sofá de cuero con las manos y los pies atados no daba la impresión
de haber poseído un poder tan grande y haber controlado a tantas personas. Aunque pequeño y
delgado, habría resultado un anciano bastante apuesto de no ser porque tenía los ojos tan rodeados de
bolsas y circundados por anillos de negrura, el rostro cubierto de sangre y arañazos, y la barba tan sucia
y ensangrentada. Su espesa cabellera blanca era larga y ondulada, y poseía una frente amplia y
despejada con unas gruesas cejas blancas, una nariz que se parecía al arco que traza una flecha al bajar,
unos profundos huecos debajo de las mejillas, y los labios bastante delgados. Incluso atado, cubierto de
sangre y agotado, poseía dignidad, o la habría poseído si no se hubiera orinado en los pantalones debido
al terror que sintió al ser izado con la cuerda.
No lo entiendes, Ras dijo, como había dicho muchas veces desde que fue capturado . Yo hice de
ti lo que eres ahora. Si no fuera por mí, no serías nada. No serías más que un morador de las ciudades,
un hombre de negocios o un profesor, un ser que no existe, nada. Pero eres Ras Tyger, y en todo el
mundo no hay nadie como tú. Lo cierto es que eres el Tarzán de este mundo...
Esto era algo que Ras no lograba comprender. Volvió a pedirle que aclarase el significado de sus
palabras, y Boygur volvió a repetírselas. Insistió en que no estaba loco. Sabía que en esta Tierra
particular y en este universo particular no había ninguna criatura como Tarzán de los Monos, John
Clayton, lord Greystoke. No había «grandes monos» que utilizaran un lenguaje; los gorilas, los monos y
los babuinos no hablaban; los gorilas no eran agresivos ni violaban a las hembras humanas; los leones
vivían en la sabana o en los semidesiertos, y no infestaban la jungla; y no existía ninguna ciudad perdida
con seres medio simiescos que descendieran de unos colonos de la vieja Atlántida.
Al menos, no en este universo. Pero había universos paralelos, mundos que existían en el mismo espacio
ocupado por este mundo pero en «ángulo recto» con él. Y en uno de esos universos, quizá en más de
uno, todos ligeramente diferentes entre sí, había una Tierra como la que Burroughs había descrito en sus
libros. Esa Tierra era similar a la nuestra, salvo en aquellas diferencias, que no resultaban demasiado
grandes. Burroughs sabía de su existencia porque poseía una llave psíquica con la que llegar hasta ella, y
había oído la historia de Tarzán de labios del mismísimo Héroe en persona. Algunas veces las puertas
que había entre los mundos quedaban abiertas, y entonces Tarzán y otros seres cruzaban por ellas y le
narraban sus historias a Burroughs. Y Burroughs hacía que las historias transcurrieran en esta Tierra y en
este universo para conseguir que le resultaran atractivas a la gente de la Tierra. Naturalmente, no decía
nada sobre la existencia de los universos paralelos, y por eso Boygur había decidido crear su propio
Héroe, modelado según el Héroe del Maestro. Y ahora Ras le comprendía, ¿verdad?
No dijo Ras . No entiendo nada o casi nada de lo que dices.
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Yusufu había oído la misma explicación de Boygur y ya se lo había contado a Ras, pero no logró hacer
que las cosas quedaran más claras.
Algún día lo entenderás dijo Boygur . Aún no has sido educado o, al menos, no en lo que ese
mundo que se pretende civilizado llama educación. Pero ahora poseerás tu herencia, lo que es tuyo por
derecho de nacimiento. Eres un lord inglés, un vizconde. En cuanto el mundo sepa de tu existencia,
recuperarás el título de tu primo. Es una pena que tu primo vendiera el castillo de los antepasados y sus
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